Hush, Hush

Durante las maravillosas horas en las que sólo Adán y Eva poblaban el Edén, un grupo de ángeles fueron enviados a la Tierra para protegerlos. Sin embargo, algunos de ellos soñaban con convertirse en humanos y poder probar las delicias de este paraíso creado por Dios. Un grupo de ellos tentó y convenció a la primera mujer de que comiera el fruto prohibido. La consecuencia ante tamaña desobediencia fue despojarlos de sus alas y condenarlos a vivir por siempre entre los hombres, pero sin llegar a ser jamás uno de ellos.
En 1565, una fría noche en un valle francés, un hombre aparecido de entre las sombras le revela a un engreído duque su origen de Nefilim, una raza bíblica mitad ángel caído, mitad mortal. El noble, al recordar este nombre, el de una elite temible y poderosa, decide cumplir con el pedido que el extraño está a punto de hacerle.
En la actualidad, durante el curso de educación sexual de una secundaria de Maine, Nora conoce a un nuevo compañero de clase, Patch, un retraído fotógrafo amateur. En sus habituales charlas, la consejera escolar insinúa la peligrosidad de este chico e intenta aconsejar a Nora para evitar una relación entre ellos. Ya es tarde, ella está enamorada de quien esconde un terrible secreto en relación con la vida de los ángeles camuflados entre nosotros.

El romance entre la pareja central se hace desear, sin embargo, es vislumbrado desde el principio a través de una palpable tensión sexual que va creciendo entre ellos. Como dice un fragmento del tercer capítulo: “la complejidad de la atracción entre humanos es uno de los rasgos que nos diferencian de las otras especies”, por lo que el estilo liviano de la prosa será más que atractivo para chicas en plena etapa de ebullición hormonal. Aunque cabe aclarar que el carácter dubitativo, inseguro y con demasiadas características odiosas de la protagonista, difícilmente conviertan a Nora en una heroína para el público femenino.

Relatado en primera persona por la adolescente, por fortuna la cadencia edulcorada de la narración no llega a los extremos barrocos de Stephanie Meyer. Es más, la historia se vuelve muchísimo más interesante cuando Becca Fritzpatrick imprime una cuota extra de misterio y violencia de esas que tan bien le hacían a los libros de Nancy Drew, personaje del cual la escritora es fanática confesa. La segunda mitad de “Hush, hush” se enfoca con mayor ímpetu en una de las tramas secundarias: el ahorcamiento y posible suicidio de una estudiante de la vecina escuela Kinghorn. Puede que Elliot, otro recién llegado al colegio, esté involucrado en el crimen. Más aún, las pistas indican algo peor: es él quien está detrás de todos los ataques que se vienen sucediendo en la ciudad.

Basta de zombies, vampiros y licántropos: ahora la moda serán los ángeles caídos.

Texto: Damián Serviddio

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