1880. Sobre el saldo de muertos de un enfrentamiento entre las fuerzas de Julia A. Roca y Carlos Tejedor, se vio flotar una figura humana.
12 de julio de 1930. Un tranvía de la línea 105 de la Compañía de Tranvías Eléctricos del Sur cayó al Riachuelo. Murieron cincuenta y seis de los sesenta pasajeros. Dos de los cuatro, Remigio Benadizi y Gabina Carrera en sus declaraciones afirmaron haber visto, antes de la tragedia, una figura humana vagando sobre el puente. Un empleado del lugar de apellido Rodríguez, aseguró lo mismo. Para los hombres, se trataba de una mujer, para Gabina, un hombre.
Un periodista de la época, Genaro Badía, investigó sobre la tragedia, y como por una maldición, no pudo volver a ejercer el periodismo. Él afirmaba que se trataba de la maldición de Zamara la versión femenina de la bruja del puente, que lo castigó por haber indagado en lo sucedido.
La versión masculina de la misma bruja, es decir, cuando aparece en forma de hombre ante alguna mujer, recibe el nombre de Lamar. La leyenda dice que la bruja no mata, pero se alimenta de la energía de los moribundos. Hay una teoría que dice que en realidad, la bruja no fue quien causó la tragedia, pero si sabía que iba a ocurrir y era el momento perfecto para alimentarse.
Colectiveros de la zona afirman haber visto más de una vez una mujer hermosa deambulando por el puente y que se conocen casos de algunos hombres que se acercaron y que ella se les ofrecía, en el momento de concretar se transformaba en una vieja espantosa.
Una joven, una noche en una bailanta conoció a un hombre muy apuesto y se retiró con él a Plaza Pompeya, allí comenzaron a besarse y algo horrible sucedió, que no se sabe bien que fue, pero ella corrió a refugiarse en una Iglesia gritando: “¡No dejen entrar al demonio!”
En la villa barrio charrúa, donde viven principalmente inmigrantes bolivianos, afirma más de un vecino que existe un ser maligno que seduce a los esposos, corrompe a las niñas y se roba los bebés, que han hecho las denuncias pertinentes, pero no les creen, afirmando que los bolivianos son todos borrachos, y que producto de la alcoholemia ven cosas.
Cuando este ser está por aparecerse hay mucha bruma. Tiene el don de transformarse en aquello que la víctima más desea. En el caso de un hombre, puede adoptar las características de una mujer hermosa, y para las mujeres, en un hombre de ensueño. Tanto Genaro Badía como los sobrevivientes de la tragedia murieron, y con ellos la verdad de esta misteriosa historia.
A modo de advertencia, si van a circular por la zona, no frenen a hablar con nadie y ¡buen viaje!
Texto: Pilar Cervetto
1 comentario:
Muy buen relato, me encantó!!!
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