Se cree que los chicos de menos de siete años aprenden fácilmente un nuevo idioma porque sus cerebros son más plásticos y porque usan la "memoria implícita". Pero inesperadamente, bajo condiciones controladas, los adultos resultaron ser mejores que los niños. Investigadores de la Universidad de Haifa, Israel, diseñaron un experimento en el que chicos de ocho y doce años y también adultos tenían la posibilidad de aprender una nueva regla idiomática. Todos los participantes pasaron una prueba dos meses más tarde para ver qué recordaban y los adultos fueron consistentemente mejores en todas las mediciones. El trabajo se presentó la semana última en el Congreso Internacional para el Estudio del Lenguaje Infantil en Montreal, Canadá.
Fuente: New Scientist, Diario La Nación.
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