Los productores de éxito literario de la década decidieron partir el relato y presentarlo en dos filmes, el que se estrena esta noche en nuestro país –dos días antes de su arribo a las carteleras norteamericanas- y el que llegará en julio del año próximo.
Tras la muerte de Albus Dumbledore en el desenlace de “El misterio del príncipe”, Harry, Ron y Hermione se embarcan en la aventura más peligrosa que debieron enfrentar desde su ingreso a Hogwarts: hallar y destruir los horcruxes restantes, aquellos objetos que aún guardan un fragmento del alma del Señor Tenebroso. En este trajín, donde ellos tres son los protagonistas excluyentes de un modo en que todavía no se había visto en toda la saga (ni siquiera la escuela de magia y hechicería aparece en pantalla), el Ministerio de la Maga queda en manos de los mortífagos y ya ningún lugar será seguro.
¿Dónde encontrar los horcruxes? Nadie parece tener la respuesta a esta incógnita, hasta que uno de los legados de Dumbledore, el libro de las fábulas de Beedle el bardo y su antiguo relato de las Reliquias de la Muerte, parece echar un poco de luz sobre el misterio. La batalla final está muy cerca.
El director David Yates, ya experto en los filmes del mago ex-adolescente, recurre una vez más a la visiones de Harry para contarnos en simultáneo que está haciendo el bando de los “malos” mientras nuestros héroes tratan de acabar con ellos. Este recurso no termina de convencer demasiado a la platea, que sin embargo encuentra en las actuaciones de Daniel Radcliffe y Emma Watson sus mejores interpretaciones en lo que va de la saga. Nuevamente la historia queda en suspenso, en este caso, en uno de los momentos más tristes para quienes adoran al personaje aparecido por primera vez en el segundo film y que aquí encontrará la muerte, suerte que corren muchos otros allegados al trío dinánimo. Para quienes sigan la historia desde el principio –quien escribe estas líneas leyó el primer libro a los catorce años y de aquella tarde de lectura voraz ya han pasado once años- sabrán que estas últimas tres películas tienen un sabor agridulce. La felicidad de arribar al final del camino es la que también nos hace desear que ese momento no llegue nunca. Agradecemos a Warner Bros. la invitación enviada para el mega evento realizado el pasado sábado en el Abasto Shopping, donde en calidad de avant premiere se proyectó la película en doce salas simultáneamente.
Más cine para elegir:
Villa Amalia
Papá por accidente
Jackass 3D
Un buen día
Tras la muerte de Albus Dumbledore en el desenlace de “El misterio del príncipe”, Harry, Ron y Hermione se embarcan en la aventura más peligrosa que debieron enfrentar desde su ingreso a Hogwarts: hallar y destruir los horcruxes restantes, aquellos objetos que aún guardan un fragmento del alma del Señor Tenebroso. En este trajín, donde ellos tres son los protagonistas excluyentes de un modo en que todavía no se había visto en toda la saga (ni siquiera la escuela de magia y hechicería aparece en pantalla), el Ministerio de la Maga queda en manos de los mortífagos y ya ningún lugar será seguro.
¿Dónde encontrar los horcruxes? Nadie parece tener la respuesta a esta incógnita, hasta que uno de los legados de Dumbledore, el libro de las fábulas de Beedle el bardo y su antiguo relato de las Reliquias de la Muerte, parece echar un poco de luz sobre el misterio. La batalla final está muy cerca.
El director David Yates, ya experto en los filmes del mago ex-adolescente, recurre una vez más a la visiones de Harry para contarnos en simultáneo que está haciendo el bando de los “malos” mientras nuestros héroes tratan de acabar con ellos. Este recurso no termina de convencer demasiado a la platea, que sin embargo encuentra en las actuaciones de Daniel Radcliffe y Emma Watson sus mejores interpretaciones en lo que va de la saga. Nuevamente la historia queda en suspenso, en este caso, en uno de los momentos más tristes para quienes adoran al personaje aparecido por primera vez en el segundo film y que aquí encontrará la muerte, suerte que corren muchos otros allegados al trío dinánimo. Para quienes sigan la historia desde el principio –quien escribe estas líneas leyó el primer libro a los catorce años y de aquella tarde de lectura voraz ya han pasado once años- sabrán que estas últimas tres películas tienen un sabor agridulce. La felicidad de arribar al final del camino es la que también nos hace desear que ese momento no llegue nunca. Agradecemos a Warner Bros. la invitación enviada para el mega evento realizado el pasado sábado en el Abasto Shopping, donde en calidad de avant premiere se proyectó la película en doce salas simultáneamente.
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