Entrevista laboral

A continuación, una serie de consejos útiles a la hora de asistir a una entrevista, sobrevivir a ella y no morir en el intento:

Ø Es fundamental llegar a horario: ni muy temprano ni tarde. La impuntualidad refleja una falta de capacidad de organización. Por eso, es aconsejable estar 10 (diez) minutos antes de la hora pactada.

Ø Tener buena presencia. Básicamente estar aseados y con perfume. No hay que exagerar con el vestuario. Pero, ante la duda (y en función del puesto del que se trate) debemos elegir un atuendo clásico. Lo clásico nunca pasa de moda.

Ø Ser sincero, no inventar. Una mentira lleva a la otra y, tarde o temprano, nos descubren.

Ø No hay que mover o sacudir las manos o las piernas durante la entrevista. Ello denota nerviosismo. Ese movimiento de rodilla tan inquietante nos va a jugar en contra. Podemos estar un poco nerviosos, sí, pero debemos ser capaces de controlar nuestros movimientos. Ya que la comunicación no verbal es tan importante como la comunicación verbal.

Ø No hay que dar respuestas demasiado amplias. Lo mejor es ser expeditivo y no divagar. Contestar exactamente lo que se nos pregunta, ni más ni menos.

Ø Saludar con energía a la persona y llamarla por su nombre es un buen signo. Tratar a TODOS, sin excepción, con respeto y cordialidad.

Ø En la actualidad, hay un exceso de informalidad. Hay personas desconocidas que tutean a otras inclusive en situaciones formales. Debemos tratar siempre de “usted” a todos, incluso a las personas de apariencia juvenil, salvo que nos pidan lo contrario.

Ø Mostrar seguridad, estrechar la mano firmemente, saludar dando a conocer nuestro nombre y mantener contacto visual.

Es importante recordar que no hay que frustrarse si no obtenemos el puesto para el cual nos presentamos. Hay infinidad de factores que influyen en la decisión final respecto de la aceptación o el rechazo de un candidato al empleo deseado y no todos ellos dependen de nosotros. Pero todo suma. De cada experiencia se aprende algo.

Texto: Lic. Natalia Vischi