La agencia de noticias EFE informó que una mujer austriaca de 73 años recibió una multa de 360 euros, tras ser encontrada culpable de un delito de acoso a su propio hijo, al que telefoneaba hasta 49 veces al día. “Quiero tener tranquilidad”, explicó el demandante ante el tribunal que juzgó el caso. “Ya no te llamaré más. Te desheredo”, replicó la dolida progenitora.
Texto: Johanna Galdame
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