Es un peligro viajar a Miami por turismo y parar en The Standard Spa Miami Beach, porque uno no va a querer salir nunca más de la pileta. La pileta, vecina de la bahía, es musical: tiene un sistema de sonido subacuático que se escucha apenas uno sumerge las orejas. Y se escucha a la perfección, sin ningún ruido-de-pileta. Siempre a cargo de algún DJ, el repertorio va cambiando según la hora: a la mañana, música incidental y a la tarde, reggae, por ejemplo.
Para salir del sector más hondo, además, los bañistas disponen de una escalera rebatible que sube y baja al mejor estilo telescopio de submarino.
Fuente: "Barrio Chino" por Silvana Moreno
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