Audio: Damián Serviddio
Oficinas ecológicas. Algunos consejos.
-En las empresas, generar espacios de usos múltiples que permitan reducir la cantidad de metros cuadrados y, así, ahorrar energía.
-Aprovechar la posibilidad del trabajo a distancia para disminuir los traslados diarios y reducir el tránsito. Además, se ahorrará energía y se contaminará menos.
-Para los espacios de trabajo, elegir materiales reciclados, reciclables y provenientes de zonas cercanas; alfombras con pegamentos no tóxicos, y muebles de madera con certificación de bosques forestados.
-Para aprovechar la luz natural, ubicar al lado de las ventanas a los empleados que pasan más horas en su puesto de trabajo. Y no cerrar las persianas, obvio.
-Es mejor que las empresas se instalen en sitios cercanos a subtes o colectivos, para que los empleados no estén obligados a ir en auto.
-Incluir espacios para separar residuos y para estacionar bicicletas.
-Usar computadoras de bajo consumo.
-Instalar sensores de movimiento para optimizar el uso de la luz.
Fuente: “Lunes a viernes ambientales” de Luján Francos.
Los pingüinos de papa
El señor Popper (Jim Carrey) es un exitoso promotor de bienes raíces que se encarga de conseguir aquellos edificios supuestamente imposibles, los compra para su compañía y los rediseñan o construyen lujosas torres en su lugar.
Divorciado y con dos hijos, decidido a convertirse en socio en su empresa y con un cuidado extremo por su lujoso departamento en Park Avenue, la muerte de su padre, a quien no ve desde hace veinte años, traerá algunas sorpresas.
Como parte del legado familiar y en forma de herencia, Popper recibe una caja de madera proveniente desde la Antártica. Pero lo que en principio parece un animal disecado, es en realidad un pingüino vivo. En realidad no uno, seis pingüinos.
La intención de mandarlos al zoológico más cercano es inmediata, pero Popper descubre una nueva manera de acercarse a sus distantes hijos a través de la relación con estas poco convencionales mascotas. Será un familia mitad humana, mitad pingüino.
Enfocada al público infantil, este filme llega a nuestro país en copias dobladas al español, lo que ahorra a los padres el inconveniente de tener que explicarles a sus hijos “que es lo que están diciendo” los personajes. Para los chicos más grandes, puede que la historia funcione mejor en las partes de comedia física donde Carrey –al que hay que acostumbrarse a verlo con sus monigotadas una vez más- se destaca sin excepción. El sexteto de animalitos, conformado por escenas digitales y otras reales, atraparán a los niños desde la primera escena.
Reseña: Damián Serviddio
Malas enseñanzas
Una maestra que odia despertarse temprano, que detesta corregir pilas interminables de exámenes. En fin, una maestra que haría cualquier cosa por dejar de tener que ir todos los días al colegio, fingir que la interesa la educación y que tolera a los mocosos de su aula. Elizabeth (Cameron Díaz) es cruel, grosera, maleducada, ventajera y no le queda más remedio que seguir asistiendo a su trabajo después de que su interesado casamiento con un niño bien de la high society quedara cancelado.
No hay más remedio que tratar de planificar tareas, llevarse bien con los compañeros de escuela, reportar adecuadamente al director o por lo menos fingir todo esto y dedicarse a enamorar a un nuevo docente, heredero de una inmensa fortuna (Justin Timberlake).
Políticamente incorrecta, “Bad teacher” presentó un inmenso desafío para Lucy Punch (Conocerás al hombre de tus sueños): ser la contrafigura cómica de Díaz, quien pierde los primeros rounds a manos de esta colorada, acreedora de los mejores gags de todo el filme. Por fortuna, Cameron recupera terreno antes de quedar en un completo segundo plano (como sucede con la participación de Jason Segel) y termina colaborando para brindar la historia con la que más reí en los últimos meses. Que una comedia contemporánea logre auténticas carcajadas, no es poca cosa.
Reseña: Damián Serviddio
Gleespecial – Lo mejor del segundo año
Con más de doscientos singles consecutivos, la serie de Fox se convirtió en la más popular de los últimos años. En este programa especial dedicado a la segunda temporada de Glee elegimos 16 covers de los 138 realizados a lo largo de los 22 episodios.
No por error omitimos canciones de “The Rocky Horror Glee Show”, “A very glee christmas” y los últimos dos episodios del año. En tres compactos, escuchamos:
1° - Telephone (Rachel & Sunshine), Billionaire (Sam & Artie), River deep, mountain high (Santana & Mercedes), Isn’t she lovely (Artie) y Misery (Blaine).
2° - Lucky (Queen & Sam), Fat bottomed girls (Puck), Don't you want me (Rachel & Blaine), Valerie (Santana) y Born this way (New Directions).
3° - Tik Tok (Brittany), Losing my religion (Finn), Toxic (Will), Kiss (Will & Holiday), Raise your glass (Blaine).
Para el cierre les dejamos el video de una de las cuatro canciones originales de la temporada: Loser like me.
Transformers: El lado oscuro de la Luna
En 1969 la misión del Apolo dirigida a tocar suelo lunar escondía una intención secreta: dirigirse al lado oscuro del satélite para adentrarse en una nave proveniente de un planeta desconocido donde se guardaba una tecnología que superaba a la conocida por el hombre. Más de cuarenta años después, aquello que Armstrong trajo consigo a la Tierra será el objeto de una nueva disputa entre los Autobots, liderados por Optimus Prime, y los Decepticons. Una vez más, y sin proponérselo, “el imán para los conflictos extraterrestres” como se refieren en un momento a Sam Witwicky (Shia LaBeouf), deberá salvar a sus amigos y al mundo entero.
Esta tercera entrega de la saga iniciada en 2007 por el trinomio compuesto por la juguetería Hasbro, el pochoclero director Michael Bay y el productor ejecutivo Steven Spielberg, parece alcanzar el límite de lo tolerable. Extensísima por donde se la mire (son eternos 154 minutos) y con menos coherencia que sus predecesoras, lo que ya es decir bastante, sólo el prólogo parece tener algún valor narrativo. El resto es pura fórmula marketinera. Frases aleccionadoras pretendidamente solemnes, alguna que otra sutil alegoría a la política bélica norteamericana y un desenlace que se hace rogar por más de cuarenta minutos. Transformers 3 es mucho, mucho (demasiado) ruido y poco cine.
Reseña: Damián Serviddio
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